Eso es lo que ha debido pensar el perro de la viñeta de Avoine. Os preguntaréis el porqué de un dibujo en el que un perro le come la mano a un hombre… y nuestra respuesta es bastante peregrina. Queríamos mostraros la gran tradición belga del cómic y esta tira nos pareció muy ocurrente para mezclarla con nuestro blog.
El dibujo que os presentamos, al igual que muchos otros, está en el Museo del Cómic de Bruselas, algo que no debería perderse nadie. Esto no se come, pero alimenta nuestro espíritu y nos hace sentir parte de una historia de tebeo.
La sociedad belga, en general, está completamente dividida entre su predilección por Tintín o por Spirou. Son diferentes, mucho, pero el carisma que tiene cada uno de ellos, es más que suficiente para poder escuchar alguna conversación sobre este tema. Este museo es el lugar donde podrás dirimir de qué parte estás, Pro Tintín o Pro Spirou.
El edificio del cómic se encuentra en “Rue des Sables 20” y seguimos pensando que si nos hemos saltado el eje de la cocina un poco, el tema estaba justificado.
P. D. Una vez metidos en harina de cómic, lo que tenéis que hacer es abrir bien los ojos y disfrutar de los inmensos murales que adornan las calles de Bruselas. Fueron de las cosas que más nos impactaron.