¿Quién no se ha visto alguna vez en la situación de agotar toda la bebida de la nevera y los hielos para enfriar? Alguien te pide una bebida fresquita y tú… ¡Pues ya no hay problema! Con la mezcla que os proponemos a continuación, podréis conseguir ser anfitriones magníficos, pudiendo ofrecer bebida fresquita en cuestión de 2 minutos.
Únicamente necesitáis agua, hielo y sal. En un recipiente añadimos los 3 componentes; colocamos la botella o lata que deseemos enfriar y removemos para homogeneizar la mezcla, como mucho 2 minutos. Cuando lo extraigamos notaremos cómo está de fresquito y en nada de tiempo.
La explicación es la que sigue. Entre el agua y el hielo se produce un intercambio de energía del cuerpo más caliente al más frío, hasta alcanzar un equilibrio. Al mezclar agua y sal, el punto de congelación de ésta no decrece, como muchos creen, sino que el agua salada se congela a una temperatura inferior al punto de congelación del agua pura, es decir, la presencia de la sal consigue que el agua permanezca en estado líquido más tiempo mientras la temperatura continúa descendiendo.
Esperamos haberos servido de ayuda, que lo probéis y nos contéis vuestra experiencia.
Raquel campaya