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La verdadera cerveza se llama Mahou

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Me rindo ante ella, ante ese sabor, ante esa espumilla cuando la tira bien un camarero y ante ese regusto final que te obliga a pedir otra sin pensarlo. Haga frío o calor, haya pinchos o raciones, hasta tres cañas de Mahou entran por cojon…

Que me disculpen las demás cervezas españolas, pero muy pocas se le acercan en calidad. Ya leeréis críticas a este respecto en elcocinillas, pero hoy no quiero ensuciar este grandioso homenaje al néctar madrileño de los dioses.

Mahou es la única cerveza que te vale para tomártela en una tasca, en un restaurante antes de unas ostras o sentado en un banco de la calle, sirve para todos los momentos de la vida. Si alguien conoce una cerveza que tenga una presencia tal en todos y cada uno de los actos vitales, que me lo diga. No vale decir la Quilmes, porque para un argentino Quilmes es a las cervezas lo que Maradona al fútbol.

Os contaré un poco de su vida. Esta cerveza, tal y como se la conoce, vio la luz hace más de dos siglos, más concretamente en el año 1890, y fueron los Hijos de Casimiro Mahou los que empezaron a fabricarla en la calle Amaniel de Madrid. Hasta 1962 no llegarán a la mítica fábrica del Paseo Imperial, muy cerca del Vicente Calderón. En estos momentos, y tras su unión con San Miguel,la cerveza se realiza en una inmensa fábrica de Guadalajara donde hay más de 430.000 m2 dedicados a su producción.

Mahou cinco estrellas para los tercios y Mahou clásica para las litronas… tanto quiero a esta cerveza que creo que no da ni resaca, ¿Tendrá algún producto especial…? Mi reino por un tercio de Mahou diario, he dicho.
Luis Crespo

El té o el café

Cuando terminamos de comer o incluso en el desayuno, algunos dudamos si tomar té o café, otros tienen un favorito y a otros no les gusta ninguno de los dos… ¿Cuál es más excitante? ¿Qué té es desaconsejable tomar antes de dormir? ¿Cuál es la verdadera diferencia entre ambos? Hace tiempo escuché que si cierras los ojos y te tapas la nariz y bebes té o café, eres incapaz de diferenciarlos, porque la teína y la cafeína son análogas. ¿Es esto cierto o forma parte de un mito más de nuestra vida?

El té más excitante es el negro, por lo que no deberá de tomarse antes de echar un sueñecito ya que el cuerpo pedirá marcha…, sin embargo si lo comparamos con el café, este último es aún más excitante en una proporción café / té de 60/25 de mínima y 120/100 mg de máxima de cafeína. Si rebuscáis por la red, encontraréis que el té negro tiene más cafeína que el propio café, pero entonces… ¿cómo es posible esta relación? La solución la tenéis en la cantidad de planta necesaria para la preparación de una taza de té, que es menor que para la preparación de una taza de café. Además, durante la fermentación el té aumenta su contenido en teína hasta un límite y luego desciende si se produce postfermentación, consiguiendo que por ejemplo el té verde tenga una cantidad tan pequeña de dicha sustancia.

En “elcocinillas” somos más de té que de café, aunque bueno, si es por votos no habría empate porque a mí me gustan los dos y a Luis sólo el té… pero creo que es más beneficioso y hay más donde elegir, aunque también hay gran variedad de cafés. Más adelante os iré introduciendo en el maravilloso mundo del té, explicando las propiedades de cada tipo: negro, rojo, verde, blanco. Y si algún día tenéis tiempo, os podéis pasar por el Tea Shop y degustar el té del día, o simplemente disfrutar del agradable aroma que desprende la tienda.

Raquel Campaya

Mantequilla o margarina

¿Cuántas veces nos hemos planteado si es mejor utilizar para cocinar mantequilla o  margarina? Pues mejor… el aceite de oliva. Bien es cierto que la mantequilla es más natural que la margarina, pero realmente no son saludables ninguna al 100% para tenerlas en cuenta en una dieta diaria. Vamos a ver las diferencias.

El valor nutritivo de la mantequilla, grasa obtenida de la leche, se debe en gran parte a la cantidad de grasas, la mayoría saturadas, que contiene. Posee otras cualidades como ser la principal fuente de vitaminas A, D y E, así como gran número de sales minerales. Por ser de origen animal (70% grasas saturadas) no es apta para personas que padecen arteriosclerosis, hipertensión u obesidad.

Las grasas de la margarina son de origen vegetal, pero su elaboración con aceite de coco, palma, soja, etc. (es decir, los más grasos) y su sometimiento por hidrogenación para conseguir una mejor presencia del producto de cara a su venta, produce un cambio de las grasas “cis” a “trans”, comportándose como grasas saturadas. Este cambio en la estructura de las grasas es perjudicial para el organismo, ya que al igual que las grasas saturadas de la mantequilla, provocan el aumento del colesterol malo.

Debido a este debate, son muchas las industrias que han comenzado a realizar cambios en las margarinas para que resulten menos dañinas. Por ello, cuando nos fijemos en las etiquetas deberemos escoger aquéllas en las que aparezcan aceites vegetales y no hidrogenados. De todos modos, como no se explica el tratamiento químico que se lleva a cabo es mejor consumirlas con moderación y optar por el aceite de oliva. En una persona joven y saludable no existe problema en que las consuma, pero para alguien de mayor edad es preferible que se decante por la última recomendación. Si queréis más información sobre esta polémica podéis visitar esta página.